Consejera, de Cerebral Palsy Associations of New York State

Como consejera de Cerebral Palsy Associations of New York State, Malikah Weston ha atendido a personas con discapacidades del desarrollo durante más de 10 años. “Me encanta lo que hago, y saber que las personas que amo podrán lograr más”, explica. Y cuando ella necesitó ayuda, supo que podía confiar en la cobertura de salud de su Fondo.

La lucha durante la pandemia

En el punto crítico de la pandemia de la COVID-19, Malikah comenzó a sufrir ansiedad y ataques de pánico nocturnos que le dificultaban dormir o respirar. “Todo estaba cambiando tan rápido”, comenta. “Era muy difícil comprender exactamente lo que estaba ocurriendo, o incluso solo encontrar equipo de protección personal”. Poco tiempo después, perdió a su hermano, con quien había sido muy unida, lo que profundizó su angustia. Malikah sabía que necesitaba ayuda y comenzó sesiones de terapia (primero de manera virtual a través de Teladoc y luego en persona) que la ayudaron a sobrellevar y acabar con los ataques de ansiedad.

Luego, a menos de dos meses del nacimiento de su hija Serenity la primavera pasada, a Malikah le diagnosticaron un tumor cerebral. Los médicos le dijeron que necesitaba cirugía de inmediato o perdería la visión en al menos un ojo, y que la situación podría poner en peligro su vida. “Estaba tan asustada”, recuerda Malikah. “Pudo haber sido mortal, pero mi recuperación fue maravillosa. Sorprendí a todos al regresar tan rápido al trabajo. ¡Estoy sumamente agradecida por mis beneficios!”.

Cuidarse a sí misma para poder cuidar a los demás

Debido a que la diabetes y la presión arterial alta son hereditarias en su familia, Malikah controla de cerca su salud. Camina 30 minutos todos los días en un parque cercano y está analizando volver a trotar, lo cual solía hacer en la escuela secundaria. También es cuidadosa con lo que come: evita la sal, come ensaladas, cambia las gaseosas por agua y prepara batidos con melón cantalupo, mango, espinaca y col rizada.

A pesar de todas las dificultas a las que se enfrentó, Malikah continuó persiguiendo su sueño de algún día convertirse en administradora de casos o especialista en comportamiento. A través de sus beneficios de capacitación y formación, el junio pasado se graduó con honores y obtuvo una licenciatura en Servicios Humanos de la Universidad de Tecnología de la Ciudad de Nueva York.

Mientras tanto, Malikah sigue disfrutando de ayudar a que sus seres queridos tengan vidas saludables y productivas. Admite que fue difícil superar sus obstáculos físicos y emocionales, pero comenta con una sonrisa: “Nada puede impedir que sea quien está destinado a ser. ¡En especial con sus beneficios de 1199SEIU!”.

Técnico en Fisioterapia, Mount Sinai Health System

Tykar Williams es un técnico en fisioterapia que ha confiado en Mount Sinai Health System durante más de 25 años. Con el tiempo, se dio cuenta de que había subido de peso. Su observación casual se convirtió en una preocupación el verano pasado, cuando su médico de atención primaria le dijo que tenía prediabetes.

“Quería volver a ser la mejor versión de mí mismo y evitar eventos desafortunados”, señala Tykar. Siguiendo las recomendaciones de su médico, cambió su dieta: dejó de comer tanta comida rápida y empezó a comer más frutas y ensaladas. Además, comenzó a ejercitarse, ir al gimnasio y caminar más. No pasó mucho tiempo antes de que comenzara a ver resultados, los cuales le cambiaron la vida. “Cuando comencé a perder peso”, explica, “sentía menos presión en las rodillas, como si estuviera haciendo retroceder el reloj. Empecé a verme mejor y a sentirme mejor”.

Tykar ha perdido más de 50 libras y no quiere volver atrás. Es por eso que se unió a WeightWatchers® a través de la nueva asociación del Fondo de Beneficios. “Después de haber perdido ese peso, quiero hacer todo lo posible para no volver a tenerlo”, señala. Específicamente, le gusta mucho la aplicación WeightWatchers®, que lo ayuda a hacer un seguimiento de sus comidas a través del sistema Points®. “El sistema me guía para elegir opciones saludables”, indica. “No vale la pena gastar puntos en los alimentos que estoy pensando comer. Además, me ayuda a tomar conciencia de lo que como”.

Auxiliar Residencial de Cuidados Paliativos, Staten Island University Hospital

La vida de Sofia Espinoza cambió bastante desde que vino a Estados Unidos desde México, hace más de 30 años. Actualmente, es auxiliar residencial de cuidados paliativos en el Staten Island University Hospital, Northwell Health, pero Sofia tuvo muchos trabajos hasta llegar a este. En los primeros días en Nueva York, trabajó en una fábrica, pero, para ganar más dinero, solía viajar a Pensilvania para trabajar como niñera. Siempre se esforzaba y tenía metas bien altas. “Quería el sueño americano”, dijo.

Sofia conoció a su marido Rutilo y se casaron hace 29 años. Tuvieron tres hijos: Nadia, Jesus y Dania. Como madre de tres niños, los años pasaron rápido para Sofia, pero una vez que crecieron, decidió que era momento de mejorar su inglés. En ese momento, trabajaba como auxiliar de cuidados en el hogar para Stella Orton Home Care Agency y vio un folleto de 1199SEIU con información sobre los hospitales que estaban contratando personal y lo necesario para postularse. Aunque no tenía título secundario, sus competencias lingüísticas en inglés recién perfeccionadas le dieron la seguridad para obtener el diploma de desarrollo de educación general (General Educational Development, GED, por sus siglas en inglés). Los beneficios del Fondo de Capacitación y Educación (Training and Education Fund, TEF, por sus siglas en inglés) le brindaron el apoyo que necesitaba. Asistió a clases todos los sábados y obtuvo el diploma mediante el Programa de Equivalencia de Escuela Secundaria de TEF en 2020.

¿Qué mantuvo unidos los sueños de Sofia durante todos estos años? Tener buena salud le dio la oportunidad de perseguir sus objetivos. Confía en los beneficios de salud para seguir su camino. Después de cuidar clientes y pacientes con enfermedades graves, Sofia quiere hacer todo lo que pueda para mantenerse saludable. Cuando le diagnosticaron diabetes y colesterol alto hace 20 años, Sofia entabló una relación a largo plazo con su médico, que le prometió ayudarle a cuidar su salud. “Es muy humilde y comprensivo”, afirmó. “Realmente es un gran médico. Estoy muy agradecida de tenerlo en mi vida”.

El médico de Sofia le recetó medicamentos y le recomendó una dieta saludable. Por eso, dejó la comida chatarra y ahora opta por el agua saborizada de Seltz en lugar de los refrescos. Redujo la cantidad de tortillas que come y empezó a preparar recetas más saludables para toda su familia. El ejercicio también forma parte de su rutina de salud. Cuando Sofia llevó a su hija Dania a una consulta, el médico le dijo algo que le impactó mucho. “Me dijo que tenía que seguir viviendo por ella”, expresó. “Yo sabía que estaba en lo cierto”. El médico de Sofia le sugirió que caminara más para hacer ejercicio, y le recomendó que convirtiera los paseos en una actividad familiar. Ella se tomó en serio el consejo.

¿Por qué se esfuerza Sofia? “Lo hago por mis hijos”, dijo. “Debo estar sana para poder estar aquí con ellos, así que camino todos los días si puedo”.

En 2022 empezó a trabajar en su puesto actual en el Staten Island University Hospital. Sofia cree que haber obtenido su diploma GED es la razón por la que pudo dar el siguiente paso en su trayectoria profesional. Se siente agradecida de que en su nuevo trabajo pueda proporcionar consuelo a sus pacientes en sus últimos días. “Creo que Dios me puso aquí para ayudar a los pacientes a sentirse mejor”, afirmó. “Poca gente tiene la oportunidad que yo tengo en mi trabajo de mostrar compasión como ser humano”.

Sin embargo, su nuevo trabajo no impidió a Sofia perseguir sus sueños. El año pasado, se hizo ciudadana estadounidense con el apoyo del Programa de Ciudadanía de 1199SEIU. La ayudaron a completar todos los formularios necesarios y le proporcionaron asistencia jurídica y la información que necesitaba para aprobar la prueba obligatoria. Incluso le enviaron un cheque de $500 para reembolsarle gran parte de las tarifas que pagó.

“Estoy muy agradecida y feliz de que me hayan ofrecido este programa”, dijo. “Mis beneficios abren muchas puertas a la gente que, como yo, quiere una vida mejor”.