Dúos legendarios: Romeo y Julieta. La playa y la arena. Pastel y helado.
Cómo ponerle fin a una mala combinación
¿Cómo es que la diabetes y la hipertensión se convirtieron en tan buenos amigos tan rápidamente? Con el tiempo, la diabetes puede causar inflamación y daño a los vasos sanguíneos pequeños y a los riñones. Estos cambios contribuyen a la presión arterial alta. Entonces, conozcamos un poco mejor a estos mejores amigos.
La diabetes impide que el cuerpo produzca suficiente insulina o la use tan bien como debería, lo que genera demasiada azúcar en el torrente sanguíneo. Con el tiempo, la diabetes también lo predispone a la insuficiencia renal y enfermedades cardíacas. Una persona se considera diabética cuando su nivel de A1C es del 6.5% o más.
La hipertensión, or presión arterial alta, hace que el corazón trabaje más para bombear sangre a través del cuerpo. Si no se controla, puede provocar accidentes cerebrovasculares, así como enfermedades renales y cardíacas. La presión arterial alta es una lectura constante de 140/90 o superior. Empiece a defenderse programando un chequeo con su médico. Con un examen físico, su médico podrá evaluar su salud e informarle sobre las pruebas que debe realizarse. Esto proporcionará la base para su plan de acción, si lo necesita.
Doble impacto: ¡alimentación saludable y movimiento!
Hacer cambios en su estilo de vida es más fácil de lograr si comienza poco a poco. Comience con cambios saludables que pueda hacer en sus elecciones de alimentos y agregue una caminata de 10 minutos a su actividad hoy. La pérdida de peso es un superhéroe cuando se lucha contra esta mala combinación. Comer alimentos más saludables y agregar más movimiento a su día puede afectar drásticamente su salud. Y recuerde: cada pequeño cambio que haga cuenta.